Recuperan el 8% de las obras robadas

Los recientes robos de objetos históricos y artísticos del patrimonio argentino, como el caso de las monedas en el Museo del Banco Nación, engrosan la lista de delitos de este estilo en el país, que las investigaciones policiales aún no han logrado resolver.
De acuerdo con los datos de Interpol, cerca de 170 obras fueron recuperadas, en contraposición a entre 2.300 y 2.500 que aún continúan desaparecidas; es decir, apenas un 7 u 8 por ciento.
No obstante, algunas de las recuperaciones informadas corresponden a lotes enteros, que incluyen numerosas piezas, que por lo general son de origen arqueológico y se agrupan por el período de creación.
Hace sólo unas semanas se conoció el robo al Banco Nación de la mayor colección de monedas históricas que había en Argentina y, con menos de 24 horas de diferencia, la desaparición de una momia del Museo de la Boca.
Estos casos se sumaron a otros delitos de similares características, como el robo del reloj del General Manuel Belgrano, el de una escultura de Marta Minujin y hasta el misterioso episodio dentro del Museo de la Casa de Gobierno.
Los últimos registros dan cuenta de un robo el pasado 27 de febrero de una pintura religiosa que, al igual que muchos otros casos, aún es una incógnita para los investigadores locales.
La madrugada del 16 de febrero, un grupo de ladrones entró por un conducto de ventilación del Museo del Banco Nación, que no cuenta con sistema de alarmas, e hizo un boquete en el techo, para luego sustraer una colección de monedas históricas valuada en unos 700 mil dólares.
El armado de esta colección llevó más de 40 años de trabajo e incluye, entre sus monedas más destacadas, una de 1836, con la imagen de Juan Manuel de Rosas, tasada en 140 mil dólares y una de 1881, que perteneció a Carlos Pellegrini, que vale 50 mil dólares.
Unas horas antes, en el Museo Histórico de Cera de La Boca, donde tampoco no hay alarmas, robaron una momia indígena de 900 años de antigüedad, que mide unos 60 centímetros de largo, y que se exhibía allí desde hacía 20 años.
En ambas causas intervino la oficina de Interpol en Argentina, bajo su programa de "Patrimonio Cultural", como también lo hizo en el caso del robo del reloj de bolsillo, con cadena de oro y esmalte, que Belgrano entregó a su médico en el lecho de muerte, como pago por sus servicios.
Este objeto, de un valor histórico incalculable, fue sustraído a fines de junio de 2007 del Museo Histórico Nacional, que permaneció cerrado por orden de la Justicia hasta mediados de diciembre.
A menos de tres meses de ocurrido este caso y con similares características, robaron del Museo de la Casa de Gobierno, una lapicera de oro que fue usada por el ex presidente Roberto Ortiz, un reloj de oro que perteneció a Nicolás Avellaneda y otro reloj que era de Agustín P. Justo.
Todos estos casos están registrados en el sitio en internet de Interpol, donde figura además la desaparición de una escultura de la artista argentina Marta Minujin, a mediados de diciembre pasado.

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