Museo Nacional de Numismática de Cuba

Los billetes y monedas se encuentran presentes en cada momento de nuestra vida. Con ellos pagamos el ómnibus, la cuenta del restaurante, compramos un café, ahorramos para una emergencia o lo guardamos para el futuro.


Sin embargo, la exposición España y Cuba en la numismática en el Registro provincial de Bienes Culturales de Bayamo, me hizo comprender que los billetes y monedas son algo más: son símbolos a través de los cuales se puede también, ilustrar la historia, el arte y la cultura.
 Alegorías y otros datos contemplados en ambos hablan de la Cuba colonial, luego sojuzgada por la neocolonia yanqui y victoriosa luego del Primero de enero de 1959. Eso sí, siempre revolucionaria y rebelde.
 Antes de la etapa colonial Cuba, como América, carecía de dinero propio, incluso demoró mucho más que otras naciones del continente en obtenerlo.
 Cuando dejaron de remitirse monedas coloniales de México comenzó a entrar en Cuba de forma autorizada las monedas españolas que junto a las francesas y norteamericanas constituyeron el circulante del siglo XIX cubano.
 Sin embargo, a decir de Inés Morales García, jefa del departamento técnico del Museo Nacional de Numismática, la escasez de dinero circulante en América y Cuba, aun para las más pequeñas transacciones comerciales, siempre resultó crónica, a tal punto que se imprimieron billetes en fracciones del peso desde los cinco centavos.
 “En 1855 se decide crear el Banco Español de La Habana, primero facultado en emitir billetes. En 1881 cambió su nombre por Banco Español de la Isla de Cuba, privilegio que mantuvo hasta el cese del dominio español, aunque continuó sus operaciones como banco comercial hasta 1920”, destacó la museóloga.
 Como dato curioso explicó además que Cuba tuvo billete de tres pesos durante la colonia, luego no se retomaron hasta el 83 en que se introduce la imagen de Ernesto Guevara (Che).
 Nace la República en 1902 carente, entre otras cosas de dinero propio. No fue hasta 1915 que Cuba pudo disponer de monedas metálicas.
 “La ley creadora de nuestro sistema monetario nacional no estableció la emisión de billetes, y aunque prohibió la circulación de la moneda extranjera, excepto la norteamericana que circuló libremente junto a la nuestra. Cuba acuñó moneda de oro, de plata y de cobre níquel, este último todavía sigue circulando.
 “La nación debió esperar hasta 1934, para tener billetes, denominados también Certificados de plata porque estaban respaldados por estos discos de metal. Estos fueron los primeros billetes de la República y son numismáticamente escasos.
 “En 1948 se crea el Banco Nacional de Cuba el cual recoge los Certificados de Plata. Este fue el único facultado para emitir y controlar la circulación de dinero cubano”, acotó.
 Este abre sus puertas al público en 1950, sus primeras emisiones son de papel moneda y dispone el cese de la circulación del dólar estadounidense, lo que llevó un tiempo concretar; emite además distintos valores faciales y hace una reducción del tamaño de los billetes lo cual no resultó exitoso y continuó con el formato que prácticamente tienen hasta nuestros días.
 En 1952, tuvo lugar la primera emisión conmemorativa cubana de monedas, con motivo del Cincuentenario de la República.
 Refiere el artículo Apuntes Cronológicos Ilustrados de la Numismática Cubana, “esta se realiza con las denominaciones de 10, 20 Y 40 centavos, en plata, las que muestran en su anverso la bandera cubana izada en el Castillo del Morro y por el reverso las ruinas del ingenio La Demajagua. Son diseños del artista Juan José Sicre.”
 La segunda, añade Inés Morales García, fue en 1953, por el centenario del natalicio de José Martí, con esta nace además una serie de monedas que tienen valores diferentes a los habituales.
   
Al igual que esta moneda de un peso, circuló el primer billete conmemorativo cubano, con motivo del Centenario del Natalicio de José Martí. En este último aparece la imagen del Apóstol y una alegoría del Manifiesto de Montecristi.     
 “Los cubanos estamos acostumbrados al real, a la peseta, es decir, a la moneda de diez y veinte centavos. Se asume el sistema monetario norteamericano y las monedas en vez de ser de 10, 20 y 40 centavos, son de 25 y 50. Es atípico incluso que está el valor facial de un peso en plata porque el banco había decidido no hacer más monedas de plata de un peso, a excepción de esta emisión.
 “Finalmente triunfa la revolución. En 1960 el Che preside el Banco Nacional de Cuba y firma la segunda emisión de billetes que se hace ese año.
 “Eran momentos auténticamente revolucionarios, era necesario eliminar la inestabilidad económica y el descontrol de circulante cubano lo cual desestabilizaba la economía. En aras de cortar por lo sano de manera secreta se proyectó una nueva emisión de billetes”, precisa la especialista Morales García.
 El Che fue el máximo líder de todo este proyecto.
 Hernando López, diseñador gráfico, estuvo a cargo de sus bocetos, que reflejaron los acontecimientos más importantes de la Revolución en aquellos días.
 En 1997 en virtud de la reorganización del sistema bancario nacional, esta institución pasó a tener carácter de banco comercial mientras el Banco Central de Cuba, asumió las funciones rectoras de la banca cubana y desde ese año es el emisor de la moneda nacional.
 Monarcas, gobernantes y personalidades de cada época, entretejen la historia de la numismática cubana en la cual España y Estados Unidos, fundieron cual moneda, tradiciones y cultura. Hoy, coleccionistas, arqueólogos, pintores e historiadores desentierran por medio de estos el pasado mientras nuevos billetes y monedas contarán el futuro.
Via http://www.cnctv.icrt.cu/una-historia-narrada-por-billetes-monedas
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